Breve guía de inteligencia competitiva
La inteligencia competitiva es una especie de rareza en los negocios. En medio de un mar de acrónimos y jerga, el término se define como cabría esperar. Es la práctica de poseer información relevante sobre las empresas con las que se puede competir.
Pero aunque la idea de saber lo que hacen los rivales se remonta a los anales de la historia de los negocios, la profundidad y amplitud de la recopilación de información nunca ha sido más amplia, más sofisticada ni más importante.
Legítimo y legal
La inteligencia competitiva legal y ética no sólo está ampliamente aceptada en el mundo de los negocios, sino que también se está convirtiendo en una parte esperada de la estrategia de la empresa, en particular con sitios web que hacen que los datos básicos de la empresa estén disponibles de forma gratuita y generalizada. La teoría en la que se basa esta práctica es sencilla. Funciona sobre la base de que cuanto más se pueda predecir los movimientos de un competidor en el mercado, más se podrá seguir su progreso esperado sobre la base de los principios empresariales fundamentales.
Aunque Internet ha hecho que el punto de partida para la recopilación de información sea sencillo, la estrategia tiene varios niveles que deben traducirse en las necesidades específicas de una empresa concreta para alcanzar plenamente su objetivo.
Beneficios para las empresas
Es fácil afirmar que la capacidad de comprender las presiones externas que rodean a una empresa puede ayudar a obtener beneficios y asegurar el crecimiento, pero ¿cómo se reúne exactamente la inteligencia competitiva? Los expertos en estrategia empezarán casi por el final: al establecer el resultado preferible para una empresa, pueden trazar meticulosamente la forma de reunir información que conduzca al destino final deseado.
Estrategia competitiva
Por lo general, se pone en marcha un plan de tres partes para recopilar datos e investigar antes de aplicar los resultados a los planes futuros de una empresa. El primer paso es la investigación primaria: aprovechando el personal y el público, suele adoptar la forma de encuestas, grupos de discusión y cuestionarios. A continuación, se puede emplear la investigación secundaria: ésta incorpora el uso de fuentes como el Registro de Empresas para obtener información relevante. En tercer lugar, los estrategas analizarán todo lo descubierto para sacar conclusiones sólidas sobre el próximo movimiento de un competidor y lo que se puede hacer para mantener el rumbo.
Por último, aunque tradicionalmente se considera una ventana al mundo exterior, no hay que subestimar el papel que puede desempeñar la inteligencia competitiva en la elaboración de la estrategia y la planificación internas. Aplicar las mismas reglas a su propio negocio y analizar sus propios datos puede ayudar realmente a una empresa a centrarse en los beneficios potenciales y el crecimiento futuro.